Jane, yo... No se como decirlo...
-suéltalo que me mata la intriga
-creo que...me...gusta... Mike
-¿Y como lo sabes?
No se, es que al verlo me alegra el día y me encanta verlo sonreír,
siento que a su lado no me puede pasar nada.
-Pues si quieres un consejo, yo que tu se lo decía cuando despertase.
-¿No te importa?
-Claro que no, ya va a ser uno de nosotros, eso si hay una condición
-¿a ti te gustan las condiciones no? ¿Cual es?
-Tú tienes que enseñarle las cosas
-¿¿Todo??
-Todo no porque hay cosas que todavía no sabes pero lo básico si,
¿vale?
-¡¡¡claro gracias Jane!!!- dije mientras la abrazaba. Estaba tan feliz.
Supongo que el amor es imprevisible y cuando llega no hay nada que
hacer mas que aceptarlo y ser feliz con el. ¿Pero sentirá el mismo por
mí?
-sabes tienes buen gusto, es mono, que tengas suerte con el :)
Entonces Jane salió de la habitación y yo me eche en la cama,
suspire. Si hubiese sido humana todavía me latiría el corazón a mil
por hora, claro que si fuese humana no estaría en Volterra y no habría
conocido a Mike, no me habría enamorado y probablemente estaría
aburrida en casa pensando en que hacer cuando comenzase otra vez el
colegio en una nueva escuela y... Que hago pensando en eso, no pasara
punto. Ahora yo estaba aquí no allí y nada podía cambiarlo. En
realidad me alegraba, esta vida no esta tan mal, claro si le quitas la dieta, pero algo malo tiene que tener.
Los días pasaban y Mike seguía sin despertar. Yo me pasaba todos los
días a verle y ver si mejoraba pero... Nada de nada.
[...]
-Que haremos hoy Dem
-Mel, llámame Demetri por favor
-Vale que aremos hoy aguafiestas/Demetri, mejor así
-Algo así
-bueno pero ¿que haremos?
Pues no se creo que deberíamos seguir con el combate de dos personas...
-vamos el rollazo de siempre
-si el "rollazo" de siempre que se te da de pena
-Lo he aprendido del mejor- dije dedicándole una sonrisa.
Estuvimos practicando, y practicando, y practicando. Pero si siempre
pasaba lo mismo, Demetri me atacaba y yo o lo esquivaba o me caía al
suelo, pero era una buena manera de romper las rodilleras de los pantalones, eso estaba claro.
Seguí con la rutina y fui a visitar a Mike. Estaba sentada en una
silla metida en mi mundo cuando note que a Mike ya no le latía casi el
corazón, ¿habría acabado ya?, ya no se escuchaba nada.
-Mike, ¿estas despierto?
-eeeeh ¿dónde estoy? ¿Eso es polvo? ¿Polvo gigante? esto es raro raro
raro ¿que ha pasado?
-primero, estas en Volterra, y ese polvo no es gigante es normal
-¿y que pasa? porque esto no es normal
-en cuanto a eso...