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Capitulo 31: Momentos especiales

Este capitulo contiene escenas... no se como, pero son guarras, y si lo lees es bajo tu responsabilidad y bla bla bla.

¡¡Yuju!! Voy a poder ver Volterra con mi novio ¡sin que nadie pueda hacer algo para impedírmelo! (bueno, el sol sí, pero no hay rastro de él) Y eso es algo taaaaan genial...si hace unos meses me hubieses dicho que iba a caminar por las calles de una bonita ciudad italiana, cogida de la mano del chico más dulce de todo el planeta tierra(nah', del universo lo menos) probablemente le hubiese dicho que mi locura se le estaba contagiando... ¡¡Pero era real!! ¿Verdad? Bueno, si es un sueño espero no despertar nunca, nunca, nunca jamás de los jamases. Soy taaaan feliz.
-¿nos vamos ya?
Mi querido amor platónico llevaba unos vaqueros, unas deportivas y una camisa con el primer botón desabrochado. Me reproche mentalmente por estar babeando. No sabía si él era guapo de por sí, era guapo porque era un vampiro (¿alguien ha visto a un vampiro feo alguna vez? Porque yo no) o era porque estaba locamente enamorada de él, pero a mí siempre me parecía el hombre/joven/ser con piernas/inmortal más guapo del mundo.
-sip
Fuimos caminando agarrados de la mano por todo el jardín hasta la puerta casi-inutilizada del castillo. Nunca había visto la enorme puerta del castillo porque... Bueno, cuando salía no salía por esta puerta, solía usar el subterráneo o sino el truco de saltar la valla...solo que era un muro y no una valla... Salimos por la puerta (es muy grande...) y nos fuimos a dar un paseo por las calles de Volterra. Unos cuantos edificios tenían torres altas, y las calles le daban a la ciudad un aspecto medieval muy agradable...solo que se veía actual; era como una ciudad medieval con cosas del siglo XXI. Después de pasear por las callejuelas fuimos hasta la gran muralla que rodeaba toda la ciudad y continuamos andando en vez de coger un coche porque… ¿Qué mejor manera de hacer turismo que andando? Cuanto más nos alejábamos de Volterra cada vez había menos arboles y empezaban los prados, campos de trigo y alguna que otra casa solariega.
-Creo que deberíamos volver ya, estamos alejándonos mucho.
-pues ¡ala!, media vuelta.
Giramos 180º, se me metió el pie en un agujero y entonces… me caí en el barro. ¡Asquerosa coordinación!
-¡¡Estoy asquerosa y llena de barro!! Paso de ir por la calle así, no sé como lo veras ¿Qué puedo hacer?
-Pues como no quieras mirar en alguna de las casas que hemos visto por el camino, no sé qué puedes hacer. A parte de ir así por la calle.-añadió
-Oye, que me ponga en ridículo constantemente no quiere decir que no tenga algo de orgullo personal.
-Pues vallamos a ver si alguien te deja algo de ropa, “señorita orgullo personal”
-Tienes suerte de que este loca por ti, porque si no no volverías a hablar.-bufé.
-Oh, venga, sabes que te quiero.-dijo rodeándome con sus brazos por detrás y apoyando su cabeza en mi hombro derecho y mirándome.
-Yo también te quiero-le bese en los labios, aprovechado que lo tenía a mi derecha.-Pero ahora sigamos andando.
Caminamos alrededor de un prado, con apenas flores silvestres, ya que la mayoría era hierba de color verde seco. Justo delante nuestro había una casa grandísima de dos plantas, toda pintada de un blanco, que anteriormente debía de haber sido reluciente, pero que ahora estaba grisáceo y sin brillo a causa del paso del tiempo. El primer piso tenía ventana, la mayoría con las persianas echadas, y la única que estaba abierta dejaba ver la cocina. El segundo piso tenía un amplio ventanal, y la persiana estaba rota. Nos acercamos un poco hasta llegar al porche de la entrada. Cuando subí las escaleras, estas rechinaron nada mas las pise. La puerta era de color negro y también estaba ajada por los años. Llame a la puerta y grite: ¿Hay alguien? Pero la única respuesta que hubo fue la puerta abriéndose.
-Eso fue extraño…
-Es como una película de terror, solo falta Freddy Krueger.
-Bueno, ¿entramos?
-Tú te querías cambiar, si lo quieres hacer aquí…
-A lo mejor hay algo de ropa hay dentro…
-Bueno, nunca sabremos si no miramos.
Entramos en la casa (una cosa que tachar de mi lista de “cosas que hacer antes de morir” (que hice hace mucho… antes de no-morir para ser exactos: allanamiento de morada) No olía a nada… bueno, olía a polvo, antiguo y polilla en descomposición, pero desde luego esta casa no la había pisado nadie en mucho tiempo.
-Igual hay un dormitorio arriba.
-Tal vez.
Subimos las escaleras, que se quejaban con cada paso que dábamos, y llegamos hasta el piso de arriba, que tenía dos puertas. Una era la del baño, que estaba ligeramente entre abierta, y la otra era, como había pensado, un dormitorio, para ser más exactos, de un matrimonio (o por lo menos de pareja). En el cuarto había una cama con sabanas algodón, a su lado había una cómoda de madera de roble, un espejo de cuerpo entero, un anaquel de color oscuro lleno de libros y un escritorio lleno de notas de color amarillento; no, no había ninguna silla en el escritorio, probablemente… habría desaparecido de una manera normal. Abrí el cajón de la cómoda y encontré un vestido de seda azul oscuro. Reconozco que de normal no me lo habría puesto, ya que era bastante corto y ceñido pero… como dicen, situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas, y esta es una situación muy desesperada. Tenía tres opciones: ir llena de barro, con eso, o en ropa interior… me quedo con la segunda.
-He encontrado un vestido…
-Ya tienes lo que querías, póntelo.
-Vale.
Me empecé a quitarme la camiseta que llevaba, y después fue la falda, dejándome solo en ropa interior. Era de color negro y con pequeños encajes en la parte superior.
-Estas muy sexy con eso. Corrijo, eres muy sexy
-Tú también eres muy sexy, pero seguro que estarías mejor sin esto…-dije mientras le quitaba la camisa y notaba como mi cuerpo subía unos grados.-y creo que esto es injusto, yo estoy aquí en ropa interior y tu estas con pantalones… bueno, ya no-mientras daba mi discursito se los había quitado.- ¿te ha dicho alguien que podrías ser modelo de ropa interior?
-no
-Bueno, pues podrías, si no fueses tan tímido… aunque pensándolo bien, mejor, soy una egoísta y no quiero que las chicas de medio mundo estén babeando por ti, mejor permanece en el anonimato.-le dije mientras pasaba mi mano por su pecho, y después de poner su mano le empuje a la cama y enrosque mis piernas alrededor de sus caderas. Fundimos nuestras bocas en un pasional beso, mientras nuestras lenguas inspeccionaban el terreno. Sus manos desabrochaban el cierre de mi sostén, y justo después fueron mis bragas y sus bóxers a la misma esquina. Giramos sobre la cama y el quedo encima mío, y lo próximo que recuerdo es un pequeño dolor en mi… emm… zona intima y después una gran explosión de placer. No puede reprimir un jadeo y él hizo lo mismo. Siempre pensé que hacerlo por primera vez seria doloroso, o que estaría muerta de miedo, pero sin embargo esta es una de las mejores experiencias que he tenido en mi vida, ni miedo, ni dolor, solo felicidad y placer con cada penetración.
Después de estar un rato perdidos entre jadeos, en un lugar muy lejos de aquí, donde todo es perfecto, estamos nosotros dos solos y no necesitamos nada más que estar juntos, empezamos a vestirnos para irnos, puesto que ya estaba empezando a atardecer.
-Eso ha sido…
-Genial-afirmamos los dos a la vez.
- Se está haciendo tarde… quizás deberíamos irnos.
-Antes de que se empiecen a preocupar por nosotros.
Nos sonreímos y salimos de la casa tomados de la mano y hablando de temas sin sentido (¡mis favoritos!). Al parecer nos alejamos bastante, porque estuvimos un buen rato caminando hasta llegar a Volterra-city, y cuando cruzamos las murallas empecé a mirar a la gente nerviosamente, pensando si alguien me estaría mirando raro… Pero nadie me miraba, supongo que no es como si llevase un enorme cartel en letras de león que dijese: “recién desvirgada” ¿no?
Llegamos a la alcantarilla por la que se entraba (puaj, sigue resultando asqueroso y raro) y llegamos ya a la puerta de mi habitación.
-Bueno, supongo que nos veremos dentro de un rato…
-Hasta entonces pues.
Y nos dimos un pasional beso de despedida. Cuando se fue abrí mi puerta, entre y la cerré. Me apoye en la puerta y me escurrí hacia abajo, luego dije en un suspiro para mí misma: ha sido perfecto.
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N de la A: desgraciadamente, no he podido ver Volterra con mis propios ojos, así que con imaginación, fotos y algo de información de Internet, he descrito como he podido la ciudad situada en mitad de la Toscana Italiana... Eso si, me he basado en la verdadera Volterra, por lo tanto… en la piazza dei piori ¡NO hay ninguna fuente! (si gente… se grabo en Montepulciano (oh, magnifico google, ¿qué haría yo sin ti?) en vez de en Volterra… ¡y ninguna de dos tiene fuente! En fin…)

2 Ni idea de cómo ha quedado el capitulo porque ha sido…difícil… porque para empezar, sabré describir las cosas que ocurren físicamente en “la primera vez” pero de lo que se siente… ¡¡nada de nada!! (A ver, que tengo 14 años, no pretenderéis que ya lo haya hecho) Así que, aparte de tardar un siglo en publicar, el capitulo debe de estar raro… bueno, espero que me perdonéis, pero entre que la inspiración se ha debido de meter en algún sitio queriedo jugar al escondite y ahora no la encuentro, (es más, la idea del capitulo cambio totalmente lo que iba a ser al principio,vamos que de lo que ha quedado a lo que iba a ser… no hay color), que estoy muy estresada (¡¡¡odio el estrés!!! Acabare haciendo yoga, a ver si me relajo) y sin olvidar mi vida escolar y social pues…bueno, a mi me parecen razones suficientes para retrasarme.
Y por cierto, si no publico este fin de semana, probabalemente os tocara esperar hasta las vacaciones de Navidad, porque empiezan los examenes y los trabajos y bla bla bla, y entonces no tendré tiempo para escribir =(



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